Entrevista a Eugenia Moliner
por Ana M. Vernia.
Noviembre de 2013.
Eugenia Moliner, española y valenciana de Burriana, con una trayectoria profesional que la convierte en un ejemplo a seguir, de esfuerzo y de constancia para llegar a lo más alto en la interpretación tanto en el ámbito camerístico como solista y sin olvidar nunca sus orígenes que la convierte además de en un gran músico, en una gran persona.
Hoy, aunque afincada en Chicago, donde también ejerce su labor docente en la Universidad de Roosevelt, su actividad la lleva por todos los países del mundo, pues como ella dice, la música no entiende de fronteras.
Ana M. Vernia
Muchos de los que seguimos su trayectoria profesional conocemos sus éxitos tanto en el escenario como en los estudios de grabación, pero ¿cuáles son sus éxitos personales?
Eugenia Moliner
El éxito personal siento que se alcanza en la sencillez del dia a dia; un momento de descanso después de un dia intenso de estudio, o después de un concierto, disfrutando con amigos, después de un largo viaje, o simplemente sentada en el salón de mi casa con mi marido, escuchando a nuestro hijo tocar el piano, me realiza y me llena. Cenando con mis amigos, compartiendo una velada con un buen vino y un buen tema de conversación. Visitando a mi familia, disfrutando de un paseo, recordando momentos especiales. Todo esto es mi éxito personal, el que me mantiene consciente de lo que de verdad pesa en la vida.
AV. Usted, que desde muy joven tuvo claro que quería dedicarse a la música, ¿Cómo recuerda sus principios?
EM. Bueno, no era tan joven cuando empecé en el conservatorio, pues tenia 15 años. Recuerdo mucho cariño y entusiasmo de parte del Señor Juan Gual, quien fuera mi primer profesor y al que debo tanto...por ha- berme contagiado su pasión por la música. En aquel entonces era un jovencita con sueños artísticos que aun sin saber el camino a seguir, es decir sin tener un modelo o ejemplo al que guiarme, era inmune al miedo que la incertidumbre provoca. Recuerdo el primer día que fui a escuchar el ensayo de la banda, estaban tocando el concierto para piano de Grieg, con Lolita Soler. La música me llego al alma, tenia clarísimo que ese era mi camino.
Fue todo muy especial, como enamorarse, así lo sentía. La suerte es que los años no han empañado la sensación.
AV. ¿Cómo recuerda sus años de estudiante?
EM. Durante mis estudios en Rotterdam recuerdo mucha alegría e intensidad de trabajo. Fueron unos años muy especiales, donde viví otras culturas, aprendí otras lenguas, conocí a muchos amigos, a muchos músicos y donde conocí a Denis. Allí aprendí a estudiar de verdad.
Holanda fue un sitio especial para una estudiante como yo, que aun teniendo mucho entusiasmo por aprender, necesitaba encontrar enfoque. Fueron fundamentalmente dos cosas que me ayudaron.
Denis, fue un pilar como ejemplo y apoyo. El llevaba ya muchos años sabiendo que trabajo conlleva un resultado excepcional. Así, compartió conmigo su experiencia y encontré en el una fuente de inspiración que me dura hasta hoy.
La segunda suerte fue que Holanda es un país donde el clima deja mucho que desear, en otras palabras, era como estar hibernando a la fuerza. Cuando tienes que estar en casa, pues no apetece salir, el tiempo cunde mucho mas y por lo tanto las horas de estudio se multiplican.
AV. Con su extensa experiencia en el ámbito de la Educación y la Formación Musical, ¿podría hacer una pequeña comparativa entre su país España y EEUU?
EM. En EEUU la educación musical hasta la universidad varia mucho. Hay estados en donde las escuelas elementales y de secundaria tienen la educación musical bastante integrada en la educación general, pero hay otros en los que no existe hasta la universidad. Entonces dependiendo del estado en el que has nacido y la accesibilidad económica en que te educas, puedes tener acceso a la música a mas temprana edad o no. Existen algunos conser- vatorios en los que se enfoca la educación musical parecido a los sistemas en España, pero suelen ser escuelas privadas.
En general en los EEUU, la enseñanza musical mas sistemática aparece en la educación superior, en los primeros años de universidad, también llamados “College” o “undergraduate studies”. La gran mayoría de las universidades con renombre por su salien- te departamento musical son privadas, aunque hay algunas estatales con departamentos de música de gran renombre como Indiana University.
AV. Dicen que nadie es profeta en su tierra, ¿a usted le pasa lo mismo o cree que esta frase es un tópico?
EM. Para que seas profeta tienes que ser muy sabio y eso conlleva muchos años de camino y experiencia. Así que no me veo cualificada.
Mi motor es tener convicción detrás de todo lo que hago, desde hacer música con la flauta y compartirlo con el publico, gravar discos, hasta dar clases en la uni- versidad e inspirar a los alumnos a que amen la música tanto como lo hago yo. Si esto conlleva a un reconocimiento tarde o temprano el tiempo lo dirá, de momento soy feliz porque trabajo mucho con lo que mas me gusta hacer.
AV. Bajo su punto de vista, ¿qué le ha aportado su Educación Musical a su vida personal?
EM. Mi vida personal y musical están intrínsecamente conec- tadas. Denis y yo tenemos el Dúo desde hace muchos años y es di- fícil, aunque a veces es sano, separar nuestra relación como mú- sicos y la privada.
En general pienso que nos ha beneficiado mucho el hecho de estar casados y tocar juntos, hemos crecido y seguimos creciendo juntos como personas y como músicos. Es fundamental tener alguien a tu lado que te acompañe en la trayectoria, que te mantenga al filo, con seriedad y disciplina, pero al mismo tiempo con el amor y cariño que nace de una relación de muchos años de convivencia.
AV. A lo largo de su brillante carrera, ¿alguna vez ha interpuesto sus intereses personales sobre la música, o la música ocupa el primer plano en su vida?
EM. La vida la vives en conjunto, personal y profesional, a veces algunas cosas se interponen a otras, pero balanceándolo todo con cuidado.
AV ¿Cómo ve el panorama actual respecto a su profesión?
EM. Los tiempos cambian, la tecnología avanza mucho. Ahora cada vez se van a producir menos discos, pero se sigue gravando y la gente compra los mp3 y otros medios auditivos. Pero creo que las grabaciones nunca reemplazaran a las actuaciones en directo. El espíritu necesita de la música para alimentarse y es difícil captar la magia que ocurre en los conciertos en un estudio de grabación.
Es verdad que las series de conciertos se adaptan a los nuevos tiempos, la audiencia quiere variedad de programas y novedades, música mas contemporánea. Siento confianza en la continuidad de la música clásica, de los conciertos en directo y del interés en poseer grabaciones. Ira cambiando todo, seguro, pero los músicos nos mantendremos y sobreviviremos los cambios como lo ha hecho todo el arte a lo largo de la historia de la humanidad.
AV. En tiempos de crisis los recortes suelen empezar por el ámbito cultural y artístico ¿Qué opinión le merece esta actuación?
EM. Es triste y decepcionante. Sin comida y agua el cuerpo físico se muere, pero sin arte, el alma se endurece y se desintegra. Necesitamos estar bien nutridos de las dos partes para sobrevivir. Necesitamos políticos con la vena artística, que entiendan el porque es necesario el enriquecimiento cultural.
AV. Como gran profesional y como madre preocupada por el fu- turo de una sociedad tan inestable, ¿qué consejo daría a los actuales estudiantes de música?
EM. Creo que en todas la épocas la gente ha podido pensar en un momento u otro que su sociedad y el futuro parece incierto e inestable. Desde nuestra perspectiva parece ser que nuestra sociedad vive un proceso de crisis, pero mirando al pasado, la his- toria nos enseña que no vivimos en la peor era (han habido bastantes como la nuestra, cada una en su contexto). Ahora bien, mirando desde el punto de vista musical, debemos hacer lo que estamos inclinados y nos nace. Si te gusta la música y crees que tienes algo que aportar y además estas abierto a compartir tus emociones, entonces que ningún panorama nublado te pare.
Nuestro hijo toca el piano desde muy pequeño y tiene una inclinación y afinidad bastante pronunciada. Si él quiere ser músico le apoyaremos igual que si quiere ser escritor o médico, o maestro o bombero. Esta en nuestras manos, esforzarse y trabajar para conseguir lo que queremos. Puede ser que la suerte juegue algo de papel, pero yo creo en el trabajo “constante” y en la de- dicación por muchos años a la hora de esperar resultados po- sitivos.
por Ana M. Vernia.
Noviembre de 2013.
Eugenia Moliner, española y valenciana de Burriana, con una trayectoria profesional que la convierte en un ejemplo a seguir, de esfuerzo y de constancia para llegar a lo más alto en la interpretación tanto en el ámbito camerístico como solista y sin olvidar nunca sus orígenes que la convierte además de en un gran músico, en una gran persona.
Hoy, aunque afincada en Chicago, donde también ejerce su labor docente en la Universidad de Roosevelt, su actividad la lleva por todos los países del mundo, pues como ella dice, la música no entiende de fronteras.
Ana M. Vernia
Muchos de los que seguimos su trayectoria profesional conocemos sus éxitos tanto en el escenario como en los estudios de grabación, pero ¿cuáles son sus éxitos personales?
Eugenia Moliner
El éxito personal siento que se alcanza en la sencillez del dia a dia; un momento de descanso después de un dia intenso de estudio, o después de un concierto, disfrutando con amigos, después de un largo viaje, o simplemente sentada en el salón de mi casa con mi marido, escuchando a nuestro hijo tocar el piano, me realiza y me llena. Cenando con mis amigos, compartiendo una velada con un buen vino y un buen tema de conversación. Visitando a mi familia, disfrutando de un paseo, recordando momentos especiales. Todo esto es mi éxito personal, el que me mantiene consciente de lo que de verdad pesa en la vida.
AV. Usted, que desde muy joven tuvo claro que quería dedicarse a la música, ¿Cómo recuerda sus principios?
EM. Bueno, no era tan joven cuando empecé en el conservatorio, pues tenia 15 años. Recuerdo mucho cariño y entusiasmo de parte del Señor Juan Gual, quien fuera mi primer profesor y al que debo tanto...por ha- berme contagiado su pasión por la música. En aquel entonces era un jovencita con sueños artísticos que aun sin saber el camino a seguir, es decir sin tener un modelo o ejemplo al que guiarme, era inmune al miedo que la incertidumbre provoca. Recuerdo el primer día que fui a escuchar el ensayo de la banda, estaban tocando el concierto para piano de Grieg, con Lolita Soler. La música me llego al alma, tenia clarísimo que ese era mi camino.
Fue todo muy especial, como enamorarse, así lo sentía. La suerte es que los años no han empañado la sensación.
AV. ¿Cómo recuerda sus años de estudiante?
EM. Durante mis estudios en Rotterdam recuerdo mucha alegría e intensidad de trabajo. Fueron unos años muy especiales, donde viví otras culturas, aprendí otras lenguas, conocí a muchos amigos, a muchos músicos y donde conocí a Denis. Allí aprendí a estudiar de verdad.
Holanda fue un sitio especial para una estudiante como yo, que aun teniendo mucho entusiasmo por aprender, necesitaba encontrar enfoque. Fueron fundamentalmente dos cosas que me ayudaron.
Denis, fue un pilar como ejemplo y apoyo. El llevaba ya muchos años sabiendo que trabajo conlleva un resultado excepcional. Así, compartió conmigo su experiencia y encontré en el una fuente de inspiración que me dura hasta hoy.
La segunda suerte fue que Holanda es un país donde el clima deja mucho que desear, en otras palabras, era como estar hibernando a la fuerza. Cuando tienes que estar en casa, pues no apetece salir, el tiempo cunde mucho mas y por lo tanto las horas de estudio se multiplican.
AV. Con su extensa experiencia en el ámbito de la Educación y la Formación Musical, ¿podría hacer una pequeña comparativa entre su país España y EEUU?
EM. En EEUU la educación musical hasta la universidad varia mucho. Hay estados en donde las escuelas elementales y de secundaria tienen la educación musical bastante integrada en la educación general, pero hay otros en los que no existe hasta la universidad. Entonces dependiendo del estado en el que has nacido y la accesibilidad económica en que te educas, puedes tener acceso a la música a mas temprana edad o no. Existen algunos conser- vatorios en los que se enfoca la educación musical parecido a los sistemas en España, pero suelen ser escuelas privadas.
En general en los EEUU, la enseñanza musical mas sistemática aparece en la educación superior, en los primeros años de universidad, también llamados “College” o “undergraduate studies”. La gran mayoría de las universidades con renombre por su salien- te departamento musical son privadas, aunque hay algunas estatales con departamentos de música de gran renombre como Indiana University.
AV. Dicen que nadie es profeta en su tierra, ¿a usted le pasa lo mismo o cree que esta frase es un tópico?
EM. Para que seas profeta tienes que ser muy sabio y eso conlleva muchos años de camino y experiencia. Así que no me veo cualificada.
Mi motor es tener convicción detrás de todo lo que hago, desde hacer música con la flauta y compartirlo con el publico, gravar discos, hasta dar clases en la uni- versidad e inspirar a los alumnos a que amen la música tanto como lo hago yo. Si esto conlleva a un reconocimiento tarde o temprano el tiempo lo dirá, de momento soy feliz porque trabajo mucho con lo que mas me gusta hacer.
AV. Bajo su punto de vista, ¿qué le ha aportado su Educación Musical a su vida personal?
EM. Mi vida personal y musical están intrínsecamente conec- tadas. Denis y yo tenemos el Dúo desde hace muchos años y es di- fícil, aunque a veces es sano, separar nuestra relación como mú- sicos y la privada.
En general pienso que nos ha beneficiado mucho el hecho de estar casados y tocar juntos, hemos crecido y seguimos creciendo juntos como personas y como músicos. Es fundamental tener alguien a tu lado que te acompañe en la trayectoria, que te mantenga al filo, con seriedad y disciplina, pero al mismo tiempo con el amor y cariño que nace de una relación de muchos años de convivencia.
AV. A lo largo de su brillante carrera, ¿alguna vez ha interpuesto sus intereses personales sobre la música, o la música ocupa el primer plano en su vida?
EM. La vida la vives en conjunto, personal y profesional, a veces algunas cosas se interponen a otras, pero balanceándolo todo con cuidado.
AV ¿Cómo ve el panorama actual respecto a su profesión?
EM. Los tiempos cambian, la tecnología avanza mucho. Ahora cada vez se van a producir menos discos, pero se sigue gravando y la gente compra los mp3 y otros medios auditivos. Pero creo que las grabaciones nunca reemplazaran a las actuaciones en directo. El espíritu necesita de la música para alimentarse y es difícil captar la magia que ocurre en los conciertos en un estudio de grabación.
Es verdad que las series de conciertos se adaptan a los nuevos tiempos, la audiencia quiere variedad de programas y novedades, música mas contemporánea. Siento confianza en la continuidad de la música clásica, de los conciertos en directo y del interés en poseer grabaciones. Ira cambiando todo, seguro, pero los músicos nos mantendremos y sobreviviremos los cambios como lo ha hecho todo el arte a lo largo de la historia de la humanidad.
AV. En tiempos de crisis los recortes suelen empezar por el ámbito cultural y artístico ¿Qué opinión le merece esta actuación?
EM. Es triste y decepcionante. Sin comida y agua el cuerpo físico se muere, pero sin arte, el alma se endurece y se desintegra. Necesitamos estar bien nutridos de las dos partes para sobrevivir. Necesitamos políticos con la vena artística, que entiendan el porque es necesario el enriquecimiento cultural.
AV. Como gran profesional y como madre preocupada por el fu- turo de una sociedad tan inestable, ¿qué consejo daría a los actuales estudiantes de música?
EM. Creo que en todas la épocas la gente ha podido pensar en un momento u otro que su sociedad y el futuro parece incierto e inestable. Desde nuestra perspectiva parece ser que nuestra sociedad vive un proceso de crisis, pero mirando al pasado, la his- toria nos enseña que no vivimos en la peor era (han habido bastantes como la nuestra, cada una en su contexto). Ahora bien, mirando desde el punto de vista musical, debemos hacer lo que estamos inclinados y nos nace. Si te gusta la música y crees que tienes algo que aportar y además estas abierto a compartir tus emociones, entonces que ningún panorama nublado te pare.
Nuestro hijo toca el piano desde muy pequeño y tiene una inclinación y afinidad bastante pronunciada. Si él quiere ser músico le apoyaremos igual que si quiere ser escritor o médico, o maestro o bombero. Esta en nuestras manos, esforzarse y trabajar para conseguir lo que queremos. Puede ser que la suerte juegue algo de papel, pero yo creo en el trabajo “constante” y en la de- dicación por muchos años a la hora de esperar resultados po- sitivos.